Suelos vinílicos
Belleza y resistencia son la seña de identidad de los suelos vinílicos. Tanto en espacios del hogar, como oficinas o comercios, el suelo vinílico se ha convertido en una solución para renovar las antiguos superficies, entre otras cosas, por su resistencia y durabilidad.
Ventajas del suelo vinílico
Instalación sencilla y sin obras. Siempre que la superficie anterior sea lisa, se puede colocar directamente sobre ella, aunque se recomienda siempre el uso de un subsuelo.
Gran variedad de modelos y acabados. Existe un amplio catálogo de modelos con imitación a madera, mármol, cerámica, piedra o diseños lisos en varias tonalidades. También se puede elegir entre distintos acabados y texturas según la estancia donde lo vayamos a colocar.
Es muy resistente a los roces, al agua, al desgaste moderado y a la abrasión.
Es cálido y confortable. Pisar un suelo vinílico da una sensación muy placentera gracias a la sensación térmica y acústica.
Es higiénico y de fácil mantenimiento. La composición de sus materiales impide la acumulación de ácaros, hongos y bacterias. El suelo vinílico es perfecto para baños, cocinas, lugares clínicos o donde convivan niños, gente con alergias o asma. Además, bastará con pasar una mopa o un trapo húmedo para dejarlo perfecto.