¿Eres de los que le encanta decorar la casa y cuando tienes invitados solo recibes halagos por tu buen gusto? ¿Has pensado que tal vez sea el momento de plantearte si te gustaría dedicarte al diseño de interiores? Aquí tienes algunos consejos que seguro que te ayudarán en tu decisión.

Lo primero es saber cuál es la diferencia entre decoración y diseño de interiores

Aparentemente puede parecer lo mismo pero, en realidad, los estudios  conocimientos que debes  tener son diferentes. Un diseñador de interiores debe poseer conocimientos arquitectónicos que le sirvan para entender la estructura interior de un edificio, gestionar el espacio para un mejor optimización y funcionalidad. En definitiva, poder coger un plano arquitectónico y modificar paredes, espacios, etc.

Por otro lado, el decorador, una vez que la estructura ya esté definida, aportará el valor estético a cada espacio y sus grandes herramientas son la innovación y la creatividad. Es quien elige el mobiliario, texturas, colores, accesorios de iluminación y decoración, etc.

Ambas disciplinas son complementarias y, en muchas ocasiones, un decorador necesitará del trabajo de un diseñador de interiores y viceversa. También puede pasar que la misma persona ejerza las funciones de ambos.

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Debes tener un don para el diseño

No todo el mundo vale para cualquier trabajo. Y el diseño de interiores, es una de esas profesiones que no puede ejercer cualquiera. Hay que tener ese algo especial que te hace visionar el conjunto, la determinación de los espacios, la luz, los colores, y la posición del mobiliario. En esta profesión, tener innato todo ello, te ayudará a alcanzar el éxito.

Detrás de este trabajo hay muchos conocimientos que debes saber

No se trata solo de tener buen gusto y saber cómo combinar colores, tejidos o crear espacios con mucha luz, por ejemplo. Hay que tener conocimientos sobre historia del diseño, conceptos espaciales, ergonomía, dibujo técnico, programas informáticos de diseño.

Un diseñador de interiores estará muchas veces en contacto con arquitectos, constructores, propietarios, obreros, y con todos ellos debe manejarse como pez en el agua. Por eso, es imprescindible tener conocimientos de plomería, electricidad, muros de carga, ciertas normas que hay que seguir en construcción

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Esta profesión requiere ser empático

Se trata de un trabajo en el que tratas con muchas personas. Para empezar con los clientes, a los que tienes que escuchar y entender cuáles son sus necesidades y gustos, y amoldarte a ellos. Por supuesto, puedes aconsejar, pero nunca imponer nada que tú creas que es lo mejor.

Además, es un trabajo completamente expuesto al público y a las relaciones públicas. Estarás en constante trato con trabajadores de otros gremios: arquitectos, diseñadores, proveedores…  Y no siempre te encontrarás con clientes o proveedores agradables, por lo que hay que tener mano izquierda para lidiar con ese tipo de situaciones.

Crea tu propio porfolio

Con cada proyecto que hagas, crea una carpeta con imágenes de tus trabajos. Es la mejor manera de convencer a unos clientes de que tú debes trabajar para ellos. Se trata de un trabajo muy visual, y eso es lo que necesitan: ver otros proyectos que hayas hecho.

Pero ¿cómo enseñar un porfolio si estás empezando? Lo mejor será comenzar por hacer algún trabajo a algún familiar u ofrecer de forma gratuita tus servicios o a un precio reducido. Además, de esta manera, empezarás a tener contacto con proveedores y comerciantes y construir una relación con ellos para futuros proyectos.

Subir tu porfolio a una web o a redes sociales como Instagram, te ayudará a darte a conocer.

Hazte notar ¡la competencia es feroz!

Hablamos de un negocio que es muy competitivo, sobre todo, en las últimas décadas. Aunque, es cierto que, en las últimas décadas, existe una tendencia a decorar los locales y hogares, y esto  hace que haya mucha demanda.

La mejor manera de sobresalir es estar en continua formación, enterarse de las últimas tendencias en materiales, colores, espacios, programas de diseño, domótica y todo lo relacionado con la arquitectura sostenible. Se trata de ofrecer algo diferente y hacerse notar.

Hay un concepto nuevo ahora que es el diseñador de interiores virtual y es que hoy en día te pueden contratar desde cualquier parte del mundo gracias a innovaciones tecnológicas.

Recuerda:  el estilo del cliente prima sobre el tuyo

Como diseñador de interiores, puedes ofrecer muchos estilos diferentes, pero no olvides que los clientes son los que van a definir el estilo que va más acorde con sus gustos y su estilo de vida.

El hecho de que tus conocimientos sobre la decoración sean exquisitos o que tu gusto por la decoración siempre sea halagado, no significa que no debas tener en cuenta la opinión de cada uno de tus clientes.

Como ves, el diseño de interiores, es un trabajo duro pero muy enriquecedor ¿te animas?