El color del suelo que elijamos para nuestro negocio o vivienda va a marcar la tendencia general de la decoración interior del mismo. De hecho, junto con las paredes, ocupa la superficie más grande y visible de la casa u oficina y ello le concede un papel protagonista a tener muy en cuenta.

Dependiendo del color y material por el que optemos crearemos sensaciones completamente distintas y estableceremos el estilo general del espacio interior. Los suelos oscuros o claros tienen sus ventajas e inconvenientes en función del uso y el ambiente que deseemos crear y hoy os explicamos sus pros y contras

Suelos claros, luminosidad y relax

Los suelos de madera claros crean espacios relajados y luminosos que imprimen una sensación de amplitud. Además, al ser neutros, admiten cualquier color en el resto de los elementos decorativos y conjuga perfectamente con el tono elegido para las paredes.

Por su color, este tipo de suelos disimulan puede disimular la suciedad peor que un suelo oscuro, pero sus cuidados y mantenimiento no son complicados y existen productos específicos para mantenerlos en perfecto estado durante mucho tiempo.

Asimismo, se adapta a distintos estilos decorativos tan variados como, por ejemplo:

El estilo nórdico. También llamado estilo escandinavo, se caracteriza por crear espacios limpios, sencillos y funcionales donde los colores claros son los grandes protagonistas en suelos, paredes y mobiliario.

El estilo ibicenco. El blanco puro es la estrella de este estilo decorativo que busca la la armonía con la naturaleza a través de formas sencillas y materiales puros.

El estilo Shabby Chic. Inspirado en las casas de campo inglesas utiliza una predominancia de tonos suaves en suelos y mobiliario para crear un aire rústico con un inconfundible toque clásico y romántico.

Suelos oscuros: exotismo y elegancia

Los suelos oscuros son mucho más sufridos que los claros, sobre todo si los vamos a utilizar en espacios de mucho tránsito, ya que disimulan mejor la suciedad y el desgaste. Su color crea ambientes más íntimos y cálidos que trasmiten una sensación de elegancia clásica.

Su utilización permite crear efectos de contrastes cromáticos con el color de las paredes y el resto del mobiliario, sobre todo utilizamos tonos neutros o pastel

Los colores oscuros son utilizados en varias tendencias decorativas como:

El estilo rústico. Exalta la belleza de la madera respetando su aspecto natural en muebles y pavimentos poco tratados que dejan al descubierto la “perfecta imperfección” de su superficie.

El estilo industrial.  Inspirado en las antiguas naves industriales neoyorkinas de mediados del siglo pasado se caracteriza por suelos de madera estrecha, techos altos, paredes de ladrillo visto y decoración con motivos metálicos.

El estilo colonial. El más exótico de los estilos recrea las casas coloniales del siglo XIX decoradas con materiales y objetos traídos de Asia y África. Suelos y muebles de madera pulidas de teca, wengué, caoba o mindi se mezclan armoniosamente con tejidos como el lino o la rafia y artículos decorativos de nácar, marfil o forja para crear ambientes cálidos que evocan tierras lejanas.

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