Las escaleras pueden convertirse en algo más que ese elemento útil que comunica los dos niveles de una vivienda o negocio, y alcanzar su propio protagonismo como elemento decorativo.

A la hora de realizar una reforma o construcción debemos plantearnos el espacio del que disponemos y el que queremos otorgarle a la escalera interior. De su estructura, diseño y de los materiales de los que esté fabricada dependerá, en gran medida, su vistosidad y el estilo que aportará a la estancia donde la ubiquemos.

La madera es el material estrella a la hora de construir escaleras interiores en pisos, apartamentos o para comunicar plantas interiores de oficinas y negocios. A la belleza y versatilidad de este material noble, se une la gran variedad de texturas y colores entre lo que podemos elegir para diseñar una escalera acorde con el resto de la decoración.

Las escaleras interiores de madera imprimirán, además, vistosidad si le aportamos el diseño más adecuado para la estancia. A la hora de optar por un modelo, debemos tener en cuenta factores como el tránsito que va a tener que soportar o quiénes van a ser sus usuarios principales.

Escaleras interiores para pequeños espacios

Una gran opción para pisos pequeños o superficies reducidas son los escalones suspendidosque, además de no ocupar mucho espacio, aportan un toque de ligereza y modernidad.

Las escaleras de caracol son un clásico ideal para espacios pequeño aunque, si son muy estrechas, pueden no ser la solución más cómoda para subir y bajar continuamente por ellas. Los modelos de hélice pueden convertirse en una opción más funcional y decorativa ya que te permitirán observar la belleza de los escalones desde cualquier espacio.

Las escaleras sin estructura son una solución muy vanguardista y moderna, aunque hay que tener en cuenta que, al no disponer de barandillas, puede resultar poco funcional en caso de ser utilizadas por personas con dificultades de movilidad o niños pequeños.

También podremos elegir entre varios diseños en caso de elegir escaleras rectas en uno o dos niveles o preferir aquellas que dispongan de zonas de descanso en su trayecto, como las escaleras en L.

Si tenemos los centímetros contados, podemos diseñar una escalera con descanso que nos permitirá utilizar el espacio que queda debajo de ella. Una buena opción es colocar elementos de almacenaje como armarios hecho a medida, o elementos decorativos como una pequeña mesa o un sofá.

Barandillas y pasamanos

Además de la forma de las escaleras, también podemos jugar con otros elementos como las pasamanos o barandillas para imprimir el estilo que deseemos en nuestra escalera. Podemos elegirlos de madera tradicional para darle un aire clásico y atemporal, de metal que aportará ligereza y combina perfectamente con la madera creando un juego cromático, e incluso de metacrilato o cristal para dotarla de un aire más vanguardista.

Es importante que las barandillas tengan una altura de entre 90 y 115 centímetros para que resulten cómodas a sus usuarios y ofrezcan seguridad a las personas que deban agarrarse a ellas. En caso de haber niños en la vivienda, lo más aconsejable es colocar barandillas con poca distancia entre sus barrotes para evitar accidentes.

Además de ser un elemento decorativo y funcional, las escaleras tienen que aportarnos una sensación de seguridad. Por eso, elegir los materiales más adecuados y el diseño y estructura más acorde con el uso que se va a hacer de ella es la clave para que se conviertan en una parte cómoda y atractiva de nuestra decoración interior.